¿Un nuevo género de videojuegos? Los Pixel Pulps de LCB Game Studio

Con el lanzamiento de Bahnsen Knights a fines del 2023 (y su llegada a consolas el 18 de enero de este año), se cierra una de las mejores trilogías a nivel nacional. A continuación dejamos las reviews de Mothmen 1966, Varney Lake y Bahnsen Knights tal cual las sacamos cuando estos títulos fueron lanzados.

ANÁLISIS

Javi y Mauro

1/19/202412 min read

¿Pixel Pulps? ¿Y eso que es?

La idea del estudio LCB Game Studio, conformado por solo 2 personas (Nicolás Saraintaris y Fernando Martinez Ruppel), es que sus desarrollos no sean eternos. Que sean periodos cortos de unos pocos meses, aunque constantes. Lanzando varios títulos al año.

De tal forma tomaron cierta inspiración en las revistas Pulps, populares en Estados Unidos en los años 50s. En ellas debido a su bajo costo, debido a un papel bajo en calidad, se permitía ser “descartable” pero de lanzamientos periódicos y con muchos autores, varios de los cuales terminaron siendo grandes exponentes de la literatura.

Pero ¿en qué sentido tomaron esto Nicolas y Fernando? Su idea es escribir “para adelante”. No buscar la revisión y corrección constante, intentando que sea el mejor trabajo de su vida. Sino encontrar la perfección al crear cada vez más.

Para lograr esto en tiempos tan reducidos se limitan las herramientas a utilizar y buscan explotar cada una de sus fortalezas. Lo que termina dando lo que tal vez aun no sea su “perfección” o sus obras maestras, pero indudablemente son juegos con una calidad extraordinaria, y de los más trascendentes en la industria nacional actual.

MOTHMEN 1966: El inicio del estudio y de un tipo de juego diferente.

Venía siguiendo este juego desde que se anunció, pero no me había centrado en los detalles, por lo cual cuando lo empecé a jugar me lleve una grata sorpresa.

Estamos ante una novela gráfica con algunas partes jugables, todo en un hermoso pixelart. Vamos a leer mucho y estar gran parte del tiempo apretando el mismo botón para avanzar en la historia, pero esto no es aburrido ni mucho menos. La trama es súper interesante, fácil de acceder y con varios giros sorpresa. Los personajes te llegan a generar empatía y no podés parar intentando descifrar el misterio.

Nuestros protagonistas son 4: un empleado en una estación de servicio, una pareja que viene a festejar su aniversario y un extraño personaje que investiga la aparición del hombre polilla. El momento es una lluvia de estrellas y no quiero decir más para que puedan disfrutar del juego en todo su esplendor.

Separado por capítulos, cada uno tiene sus elecciones de respuesta y sus momentos de gameplay donde realizamos algún tipo de puzzles no muy complicados.

El juego, dependiendo de la velocidad de lectura de cada uno, dura entre una hora y dos. Aunque tiene un extra que puede extenderlo bastante, sus minijuegos.

El primero se llama Solitario Imposible y, valga la redundancia, es imposible. Debemos despejar la mesa haciendo escalera ascendente o descendente, pero con el detalle de que cuando no podemos seguir debemos dar vuelta una carta del mazo y adivinar el color. Si acertamos Continuamos, si no debemos empezar todo de nuevo.

El segundo se llama Súper 10 y parece mucho más sencillo, pero requiere pensar bastante. Otra vez el objetivo es despejar la mesa sumando y restando cartas hasta 10. Si logramos despejar en una sola jugada, todas ganamos automáticamente.

Entre los dos solitarios y probar diferentes caminos en las elecciones de la historia principal podemos pasar muchas horas de diversión.

VARNEY LAKE: Un coming of age en pixels.

Pasaron 15 años desde la última lluvia de meteoritos de las Leónidas, y la lucha contra Mothmen y los críptidos. A partir de tales eventos, el escritor Lou publicó un libro donde narra los sucesos ocurridos el año 1966, cosechando un gran éxito. No obstante, ese suceso comercial fue efímero y no ha logrado repetirlo, y sigue en la búsqueda de una historia que lo inspire de la misma forma.

Es así que da con Jimmy, Christine y Doug, que en el verano de 1954 fueron testigos de un evento que sigue sin ser esclarecido aún al día de hoy.

Cada verano, como habían sido en los últimos años, los 3 jóvenes se juntaban para vacacionar junto a sus familias en el pueblo de Varney Lake. Juntos pasaban los días pescando, jugando las extrañas creaciones de Doug y apostando dinero con la fantasía de algún día poder comprar el auto-cine del pueblo.

Una tarde mientras escapaban del matón del pueblo, que buscaba a Jimmy para quitarle el dinero perdido en las apuestas, dieron con un viejo molino abandonado y destruido. Dentro un extraño hombre, apenas vivo, se quejaba y escondía de los rayos de sol. Para ayudarlo, los 3 adolescentes tapan todas ventanas y huecos donde se filtraba.

El hombre, quien en realidad era un vampiro, queda agradecido con los chicos y empieza a pasar su tiempo con ellos. Sin saber que esas tardes de cuentos y diversión que pasaron con él los llevará a los trágicos eventos que despertaron la curiosidad y el bicho periodístico de Lou en 1981.

En cuanto a las mecánicas, vuelven a ser simplificadas como en Mothmen. Siendo un híbrido entre los “elige tu propia aventura”, aventuras gráficas y visual novels, la principal “mecánica” es leer. Aunque condimentado con segmentos interactivos o con minijuegos sumamente divertidos, habituales de LCB Games.

En esta obra tenemos lo que ya podemos considerar un clásico, sus Solitarios especiales. En esta ocasión se llama “Solitario 10”. Combinando el clásico juego de cartas con dicho nombre y una especie de “escoba de 15”, debemos levantar las cartas de la mesa solo si sumamos 10. Siendo más fácil que el Solitario Imposible, aunque requiere pensar más ya que para levantar la mayor cantidad de cartas debemos de sumar si o si 10.

Otro de los inventos de Doug es la "rayuela de dados". Como podrán imaginarse, es la combinación de ambos, en el cual competimos y apostamos contra transeúntes que pasan por la puerta del centro comercial de la ciudad, con la idea de juntar dinero.

Sin embargo, estas no son las únicas actividades que podemos hacer en la tranquila ciudad de Varney Lake, sino que podemos pescar e intentar conseguir la mayor cantidad de pescados posibles o capturar el preciado Sábalo Albino.

Cada uno siendo completamente diferente, dando un buen ritmo y respiro a la lectura.

Varney Lake es la segunda entrega de la trilogía antológica de LCB Games. Tras el fantástico Mothmen 1966, se continúa la historia de Lou, 15 años más tarde. Y aclaro esto ya que, si bien empieza y termina (de cierta manera) en él mismo, es mucho más secuela e incluso más precuela del siguiente lanzamiento (Bahnsen Knights) de lo que una obra antológica lo es normalmente.

Aun siendo que se puede disfrutar sin haber pasado la anterior entrega, se perderá la noción de quiénes son algunos personajes de vital relevancia para la narración.

Por su parte, esta ocasión tiene un enfoque diferente a lo que tuvo su predecesor. Mientras que Mothmen 1966 se centraba en la tensión que escala capitulo a capitulo ante cada evento y revelación, y termina estallando hacia el final. Aquí el foco está en el desarrollo de sus tres protagonistas, las implicancias que tuvo su pasado en el presente y en la construcción de la trama para la próxima entrega, sin una tensión que vaya in crescendo.

Esto hace que como experiencia autoconclusiva no termine cerrando con el impacto que tuvo su precuela, aunque nos deja con más ganas de conocer los eventos futuros de Bahnsen Knights. E incluso los momentos de comedia no generan un impacto tan grande ya que la tensión no lo acompaña (Siempre recordaré ESE momento de la abuela en Mothmen)

Lo que continúa destacando es su arte. Con un pixel-art increíble y una paleta de colores acotada siguen asombrando al reflejar un mundo igualmente colorido y lúgubre a la vez.

Esta decisión artística de autolimitarse en las herramientas es tomada a conciencia, ya que de esta forma los chicos de LCB mantienen su filosofía de hacer obras con cierto estilo Pulp, como las viejas revistas de los 50s. Algo de lo que hemos hablado en detalle en el podcast dedicado a su primer trabajo.

Ya separando de la cuestión estilística, pero embarcándonos en otro de los elementos igualmente identificatorios del estudio, sus minijuegos. En esta ocasión volvemos a tener diversos tipos, que nos distraen (en el buen sentido) por un rato de los vampiros, bullys y peces albinos.

Contando con el Solitario 10, la actividad de pesca o ver las nubes en búsqueda del “Monte Rushmore”, entre otros. Vuelven a destacarse por traernos algunos minijuegos únicos y divertidos. Que a diferencia del increíble Solitario Imposible que nos dieron anteriormente, nos ponen a hacer cuentas matemáticas mientras jugamos un videojuego y estamos sumergidos en su historia.

Lo que nos lleva a otro punto importante. Si bien su duración sigue rondando las 2 horas, como Mothmen 1966, este tiene un mayor valor de rejugabilidad. En esta ocasión contamos con varias escenas secretas que asumimos que serán claves en Bahnsen Knights.

Además hay varios logros que se obtienen según las decisiones tomadas en el transcurso de la partida. Si vamos a pescar podremos desbloquear los logros derivados de esto, pero no podremos ir a ver las nubes y hacer lo correspondiente con esta actividad.

Varios encasillan a esta saga como aventuras gráficas o como Visual Novel. Sin embargo, no creo que entren de manera tan adecuada a alguna de estas dos categorías. Por un lado no hay realmente puzzles o búsqueda del ítem que desbloqueara la continuación de la trama, como suele suceder en las Aventuras Gráficas. Ni tampoco cuenta con características clásicas de una VN, cómo finales múltiples entre otros o su estética particular.

Nicolás Saraintaris (Escritor) y Fernando Martinez Ruppel (Dibujo), tomando inspiración en las revistas pulps de los 50s y de los géneros mencionados, y crearon su propia variante. La cual da un increíble resultado.

Y en poco tiempo (el primero salió en agosto del 2022) sus títulos se convirtieron en experiencias indispensables de la industria nacional. No solo por su estilo artístico único, o por narrar historias fantásticas con pizcas de misterio y fantasía, mezclando varios mitos y eventos reales. Sino por su buen ritmo de narración encontrando los momentos justos para cortar la tensión con humor o fantásticos minijuegos, inventados por ellos mismos y que son dignos de su propio lanzamiento.

Si bien Varney Lake no genera el mismo nerviosismo, o la sensación de que nada puede terminar bien para los 4 protagonistas, como sí logró la entrega anterior, su misterios dan pie al próximo lanzamiento y nos deja deseosos de que se anuncie ya la fecha de este y esperarlo con ansias.

BAHNSEN KNIGHTS: El final de la historia de Lou, y ¿los Pixel Pulps?

Es imposible hablar de Bahnsen Knights sin nombrar (y comprar) a sus predecesores. Este título es el final de una trilogía de pixel pulps que empezó con Mothmen 1966 y continuó con Varney Lake. Cada juego contiene una historia autoconclusiva, pero entre las tres hay un hilo conductor y una subtrama mucho más grande.

Como ocurre en sus 2 precuelas, el arte pixel está limitado a unos 4 o 5 colores (cada juego tiene su propia gama) y con una animación escueta. Aun así, el arte es una locura hermosa, y cada pantalla podría ser sacada y enmarcada para su exposición en un museo (?).

La trama de esta última entrega es, entre las tres, la que menos me gustó. Nunca llegué a empatizar con el protagonista (incluso siendo padre) y siento que al solo ser contada por una voz se pierde la multiplicidad que tenían las entregas anteriores.

En ellos la historia se arma en una especie de rompecabezas, en el que vamos descubriendo una nueva pieza capítulo a capítulo, desde la mirada de diferentes personajes, y encajandolas cada una en su lugar.

En este caso, toda la historia está contada desde la mirada de nuestro protagonista, y en muchos pasajes sus pensamientos se vuelven algo repetitivos.

La historia gira en torno a los Bahnsen Knights, un grupo de fanáticos pseudo-religiosos, que recorren las carreteras exorcizando tornados desde sus Ford Sierra.

Boulder, nuestro protagonista, trabaja para la agencia, se infiltra en el grupo buscando saber qué le pasó a su compañero, Cupra quien estaba trabajando como doble agente antes de desaparecer.

Los Bahnsen son un grupo variopinto, lleno de gente con problemas guiados por Toni, quien esconde oscuros secretos.

La agencia busca encontrar pruebas de sus acciones para llevarlo ante la justicia. Durante 10 capítulos recorreremos las rutas acompañadas de los pensamientos de Boulder y el recuerdo de su familia.

Dejando de lado la historia autoconclusiva, la subtrama, que se desarrolló durante la trilogía, tiene en esta última entrega muy poca injerencia.

Una de mis críticas a Varney Lake era que la conexión entre el primer juego y el segundo era demasiada.

En este caso, se va para el otro extremo. Los personajes de los juegos anteriores están ahí, pero no participan (activamente) de la historia. Esto hace que quede medio colgado en el juego.

Pero también me genera un sin sabor con respecto al final de la trilogía. Muchas cosas que se habían planteado quedan incluidas, por no decir todas.

Los otros puntos destacables de ella son los minijuegos y los solitarios. Y en este apartado tampoco creo que logre estar a la altura a los anteriores.

Los minijuegos son en su mayoría difíciles. Requieren de reflejos rápidos, algo que se complica cuando tenés que elegir una opción para lograr el efecto deseado. Esto hace que cometer un error sea fatal y tengamos que arrancar el minijuego nuevamente. Hay algunos momentos también de Time Quick Evento que pecan del mismo problema de acción.

Puedo destacar que igualmente estos juegos son evitables, pero eso tiene efectos en la historia general.

En cuanto al solitario, está muy bien pensado, aunque no sé si bien explicado. Es una premisa interesante que juega con el azar y la apuesta, pero que cuesta un rato terminar de entenderlo. Más que nada porque la explicación utiliza términos específicos del juego.

Por otro lado, a diferencia de Mothmen y de Varney, dónde las cartas tenían una lógica, en este caso no hay relación con la historia, lo cual lo vuelve algo extraño.

Si llegaste hasta acá en Reviews, debes estar pensando ¿Qué tiene de bueno en juego?

La realidad es que Bahnsen es un gran juego con todos sus fallos. Pero principalmente tiene mucha rejugabilidad. Al estar de encubierto debemos trabajar de detectives. Hablar con los personajes, ganarnos su confianza, atar cabos, conseguir pruebas. En ese punto es una maravilla todo. Te invita a volver muchas veces, a realizar acciones diferentes para ver qué pasa o encontrar una nueva pista que te lleve a la verdad final de la trama.

Lo último que quiero destacar es el guión. Nico Saraintaris hace un trabajo tremendo, no solo en la historia principal, sino en las pequeñas que nos cuentan los personajes. En pocas líneas logra generar un clima y meternos en una historia paralela que no esperábamos.

Habiendo llegado al cierre de la trilogía, y viendo que los próximos proyectos de los chicos de LCB (Otariinae y Knotdoku) se alejan bastante de este “género”, pensábamos que por un buen rato no tendríamos un nuevo Pixel Pulp.

No obstante, hace poco, en su cuenta de “X” anunciaron que están trabajando en una nueva historia con este estilo, y teasearon algo. Aunque seguramente debamos esperar un poco más para saber de qué se trata su historia.