Star Overdrive: Mundos Abierto y patinetas, ¿combinan?

Explorar deslizándote

Han pasado ya 8 años desde una de las obras más influyentes de los últimos tiempos. The Legend of Zelda: Breath of the Wild marcó un antes y después en el diseño de mundos abiertos. En un principio nos encontrábamos con pequeñas inspiraciones que se aplicaron a proyectos que ya estaban en proceso de desarrollo, pero más recientemente empezaron a aparecer títulos que desde su concepción reflejan estas influencias, y que logran combinarlos con elementos propios, creando experiencias realmente interesantes.

Este es el caso de Star Overdrive, que nos invita a explorar niveles completamente abiertos y de continuo, arriba de nuestro Hoverboard. Combinando el estilo de mundo de Breath of the Wild, con patinetas flotantes al estilo de Volver al Futuro, y trucos con la onda a Tony Hawk Pro Skate.

Desarrollado por un pequeño estudio italiano Caracal Games, que ha participado en algunos desarrollos AA, AAA, y siendo este ya su cuarto lanzamiento propio. Destacándose en la particularidad que todos han manejado estéticas y géneros diferentes. Pasando por un plataformero 2D con estilo cartoonish a este Open World 3D con cierto cel-shading. O sobresaliendo por lanzar un juego para la Game Boy en pleno 2023, tras más de 30 años desde el lanzamiento de la consola.

Volviendo a Star Overdrive, fue desarrollado por tan solo 12 personas durante estos últimos 3 años. Con la idea en mente de crear un Mundo Abierto que no tome unas 60 a 100 horas para explorarlo. Sino que se acote a 10 a 15 horas, con áreas que se puedan pasar en unos pocos minutos. Según han declarado el estudio en una ronda de preguntas de fans en Reddit.

A su vez han marcado las diferente inspiraciones que han tenido durante el desarrollo, y además de la evidente influencia de Zelda, han mencionado que muchos animes y mangas, como Trigun y Eureka 7. Y a su vez, además del juego, han publicado un manga que profundiza sobre la historia del mismo.

Caracal Games nos propone sumergirnos en la aventura de Bios, un joven viajero espacial que tras recibir una señal de socorro el mismo tiene un accidente y queda varado en un planeta alienígena llamado Cebete.

Con su nave dañada a Bios no le queda otra más que explorar su superficie solamente con la Hoverboard de Nous, su novia, y armado con su Keytar. Y a medida que avanza por este inhóspito territorio encuentra pistas y grabaciones de su amada, quien desapareció hace ya tiempo en una expedición.

En Cebete encontraremos diversos biomas, con características propias y con diversos animales que nos verán como una amenaza extraña y nos atacaran. Usando nuestro instrumento musical y otras habilidades que iremos adquiriendo, avanzaremos en la búsqueda de nuestra amada perdida.

Cómo arrancamos mencionando, Star Overdrive es un Open World con una fuerte base en la exploración. Centrándose en el uso de la Hoverboard para cubrir la distancia entre los diferentes puntos en un mapa bastante amplio. A su vez, el terreno de este desolado planeta está repleto de dunas y ruinas, que servirán de rampas y así hacer trucos por el aire. Lo cual nos dará un boost de velocidad por un breve periodo de tiempo y nos recarga la estamina.

De esta forma iremos recorriendo Cebete y encontrándonos con diversas instalaciones e inmensas maquinarias de excavación abandonadas. Para volver a ponerlas en acción hay que resolver unos pequeños puzzles, que no tomarán más que unos pocos minutos. Lo que habilitara, cuando ya estén en funcionamiento, herramientas para mejorar la Hoverboard, se abrirán “santuarios” en donde conseguiremos nuevas habilidades, o se activaran torres que rastrean la zona y nos habilita el mapa de esta.

A su vez, Cebete está repleto de peligros, y en muchas situaciones nos encontraremos con diversas zonas protegidas por pequeños monstruos que nos harán bajar de la patineta para luchar contra ellos, combinando adecuadamente las habilidades que hayamos conseguido hasta ese momento. Y, otras áreas que están protegidas por gigantescas bestias, a las cuales deberemos vencer a bordo nuestra hoverboard para poder seguirles el ritmo.

Uno de los grandes problemas a abordar al crear un mundo abierto es que se sienta vivo. Que uno quiera recorrer toda la extensión del mapa, para encontrarse con alguna situación que nos haga vivir un pequeño momento memorable. Y que no se sientan que las cosas están desparramadas por todos lados, como para ir completándolo cual si fuese un checklist.

Y un poco se siente así en Star Overdrive. En toda mi partida me encontré con pocas situaciones impactantes, de esas que quieras compartírselo a un amigo. Tal vez si al descubrir y combatir con la primera gran bestia o en la primera vez que nos subimos a la hoverboard. Sin embargo, se diluye en un mapa tan grande que no ofrece mucho más. Y esto hace que no sea tan interesante recorrerlo, aun cuando hacerlo a máxima velocidad y haciendo 360° en el aire sea sumamente divertido.

Y aun cuando en un principio el control de la patineta no se siente realmente cómodo, a medida que vamos mejorándola se va sintiendo más fluido el movimiento, y podemos personalizar según nuestro gusto o necesidad del momento, agregando maniobrabilidad, velocidad, aceleración o durabilidad.

Para hacer estos upgrade hay que recolectar recursos que rondan por el planeta, o que conseguimos al derrotar las criaturas de Cebete. Combinando diferentes cantidades y tipos de estos recursos varía el tipo de repuesto que creamos, de forma que tengan distintos stats.

Esto tal vez pueda ser una motivación para recorrer y buscar estos recursos. No obstante, estos se encuentran en zonas puntuales, no dispersados equitativamente, o escondidos en alguna misteriosa zona que debamos adentrarnos e investigar.

Además, para saber cuales son los mejores materiales para mejorarla o cómo construir un repuesto con las características necesarias para avanzar no es claro. En ese sentido tuve 2 instancias en las que sentí que podía haber sido más explícito, ya que no me guio con el diseño de nivel.

Hacia el principio tenemos que completar una carrera contrarreloj, en la cual hay que pasar por todos los checkpoints marcados. Y si bien previo a esta instancia ya me habían explicado como upgradear la patineta, no me la mejore. No sentía la necesidad en ese momento, y como no sabía que parte mejorar o si después conseguiría planos de nuevas piezas, ni me aclaraba que beneficio tiene cada material, decidí aguantarme hasta que me lo explique mejor o encuentre algo que me haga entender mejor cómo funciona esta mecánica. Aunque esta carrera, tras varios intentos fallidos, me obligó a probar y experimentar cómo mejorarla.

Y el otro, también se dio con la construcción de piezas. Con la configuración que tiene en un principio, esta no puede flotar sobre el agua (como en Volver al Futuro) y para que lo haga y pasar a otra isla hay que actualizarla (como en Volver al Futuro). Pero nunca se nos dice cual es el material que nos habilita esta mejora. De hecho, haber construido esa pieza fue totalmente azarosa y casi que no la fabricó, porque me daba la opción de crear de 2, una mejor en stats y la otra con la característica de deslizarte sobre el agua. Si me basaba visualmente en los stats no la hubiese construido, y aún ahora estaría dando vueltas en la misma isla del inicio.

No me malinterprete. Me encanta la experimentación. Volviendo a referenciar BOTW, cuando mezclamos ingredientes para ver qué plato sale es entretenido, y la variedad de alimentos que tenemos y variaciones de la misma comida según qué le pusiste guardan una lógica. Pero en ese caso es secundario, no determina el progreso en el juego, ni cercenan la exploración. Aquí, si no tuviste la suerte de fabricar la mejora que necesitabas podes llegar a estar horas dando vuelta en el área inicial del título.

Y tomo estos dos ejemplos para enmarcar lo poco claro que es para guiarte, siendo de la misma forma para seguir incluso la historia principal.

Lamentablemente lo principal que tiene para ofrecer Star Overdrive, que es la exploración de un mundo extenso, es el punto en el que más falla. Al sentirse un escenario vivo, en donde suceden otras cosas o que tiene una historia propia, ni que sea interesante explorar cada rincón.

Aun cuando la manera de atravesarlo sea divertido, y progresivamente vaya mejorando, al cruzarte con poco más que alguna circunstancial ruina con unos pocos enemigos, o una maquinaria abandonada la cual activar, no resulta entretenido atravesar todo el mapa. Varias veces me sentí con ganas de tener un fast-travel para llegar más rápido. Y sentir eso en un juego de exploración es un problema.

Igualmente se le destaca que el combate, al combinar las distintas habilidades, es divertido y sumamente creativo y variado. Además de contar con un estética muy linda, y un gran banda sonora, inspirada en Van Halen (mencionado por los mismos devs).

La idea general es entretenida, su fallo está en la ejecución. Con ajustes en el Level Design, podríamos tener una experiencia superlativa, juntando elementos que pueden ser complementarios uno con el otro sin lugar a dudas.

Explorar un terreno repleto de rampas naturales, a disposición nuestra para tirar cuantos trucos se nos ocurra con nuestra patineta, y encontrarnos con un monstruo gigante o alguna edificación misteriosa en el camino, puede ser sumamente gratificante.

Actualmente este título está solo en Nintendo Switch, no obstante ya tiene anunciado el lanzamiento a PC, y hace tan solo unos días del momento de la publicación de esta reseña informaron que también llegará próximamente al resto de las consolas.