Pomberito: el monstruo en casa
El mes pasado salió uno de los títulos de terror nacionales de los que más se habló en la previa. Y en este análisis Manu nos cuenta que le pareció.
ANÁLISIS
El terror nacional empieza a pisar
El mes pasado salió al mercado Pomberito, un juego de terror argentino de la mano de Lara The Pitbull el cual nos sitúa en el noroeste argentino. Encarnamos al dueño de un terreno en el campo, el cual tiene que realizar distintas tareas cada noche, pero a medida que avanzamos vemos que no estamos solos. Uno de los personajes del folclore nacional nos acecha, El Pombero.
Está dividido en 5 niveles, siendo cada uno una noche diferente separados por un diario que sirve de preludio para saber tanto lo que piensa el protagonista (ya que este no habla) como para saber las diferentes tareas que tendremos que realizar.
La atmósfera de la obra está muy bien lograda. Realmente consigue que un espacio tan abierto como el campo se pueda sentir opresivo, tanto detalles en el diseño del propio escenario (espacios cerrados por los que tenemos que pasar o los maizales que limitan mucho el campo de visión por ejemplo), como un muy logrado apartado sonoro. Las pisadas del personaje cambian dependiendo de donde estemos, los sonidos del campo, el viento y el propio silbido del pombero consiguen que te sientas expuesto en todo momento.
Mecánicamente es bastante simple, las tareas se realizan automáticamente con un botón y más allá de estar atento al silbido del Pombero no requiere ningún desafío que pueda resultar excluyente. Además de no sentirse repetitivas, ya que el juego se puede completar en un par de horas. sin llegar a ser cansino o monotono.
Lo que sí me llama la atención es que dentro de las acciones presentadas, nos da oportunidad de saltar y agacharnos. Sin embargo estas mecánicas no las usamos en ningún momento, o al menos no fueron necesarias en mi partida. No hay una sección donde requiramos saltar a un lado o pasar agachados para evitar al pombero o pasar por un recoveco. Quizás hubiera sido interesante que dichas opciones de movimiento (que se agradecen) hubieran tenido un momento en las que son íntegras para la resolución de una actividad.
Otro punto que no me terminó de convencer es el uso de la escopeta, si bien es un momento puntual en el que se utiliza me resultó un poco incómoda la implementación. Poca visibilidad tanto por la linterna como la zona en la que transcurre el encuentro. Entiendo que puede ser buscado pero la sensación que me dejó esa sección fue mala. Sobre todo porque luego de ese día cuando ya tenemos la escopeta a plena disposición se siente más cómodo al no estar limitado por un espacio que dificulta la visibilidad. Y otro detalle es que me gustaría alguna que otra opción más, principalmente poder cambiar el campo de visión un poco. Ya que me suelo marear si es en primera persona y no tienen un campo más amplio. En este no molesta tanto porque, una vez más, aprovecha muy bien su duración.
Pomberito es un título que me entusiasma mucho. Más allá de ser divertido y una experiencia muy sólida e inmersiva, también es una oportunidad muy bien aprovechada para explorar las leyendas y folklore de nuestro país. Una muestra de que dichas tradiciones e historias pueden ser llevadas al videojuego.
Esta obra en particular está plagada de detalles arraigados en nuestra cultura. Sin embargo, con esto no digo que todo título nacional tenga que tener detalles o estar ligado a una característica nacional. El ser nacional no está anclado a las costumbres si no a muchas otras cuestiones de las que ya se han hablado en este medio, pero eso no quita que de vez en cuando, es agradable tener al monstruo en casa.