Nikoderiko: The Magical World - Un juego con inspiración en otros clásicos

El estudio chipiotra Vea Games lanzó su primer juego. Un plataformero con inspiración de Crash y Donkey Kong Country, entre otros clásicos del género. Y Mauro nos comparte sus análisis luego de jugarlo.

ANALISIS INTERNACIONALES

Mauro

10/17/20244 min read

Un mundo al que le faltó magia

Nikoderiko: The Magical World es el primer juego de Vea Games. Un estudio oriundo de Chipre conformado por algunos veteranos, que encontraron su inspiración en algunos de los clásicos del género de plataformas, como Donkey Kong Country y Crash Bandicoot.

Pero la inspiración de DK no solo la veremos reflejada en partes de su gameplay, sino que también cuenta con la participación del compositor David Wise, quien compuso la música en la saga DK Country, Yooka-Laylee y varios otras obras.

Por su parte, la publicación está en manos de Knights Peak, asegurando su llegada a todas las consolas actuales, y más tarde a PC.

Seguimos las aventuras de Niko y Luna, una parejas de mangostas aventureras, que en una de sus expediciones encuentran un antiguo artefacto. Sin embargo este tesoro le es arrebatado por el malvado Grimbald.

Para recuperarlo deberá atravesar la isla, combatiendo con diversos monstruos, criaturas mágicas, y secuaces de Grimbald, para llegar a su escondite.

Esta aventura está plasmada en un juego de plataformas, que combina partes de vista lateral, y otras de vista en tercera persona. Todo con un estilo artístico que se asemeja a los primeros años de Fornite, casi pareciendo a figuras de juguete.

Como dijimos, Nikoderiko: The Magical World tiene una gran inspiración en Crash Bandicoot, llegando a parecerse mucho a él aunque sin lograr tener el atractivo del marsupial. Niko, al igual que Crash, es un animal humanoide carismático y alegre, pero algo descuidado. Y su compañera Luna, también nos podrá hacer recordar un poco a Tawna, la pareja de Crash.

A su vez algunos de los subordinados de Grimbald tienen algunas reminiscencias a personajes del trabajo de Naughty Dog. Y además presentan poca variedad en sus diseños, repitiendose la mayoría de enemigos desde el primer hasta el último nivel.

En cuanto a los niveles, si bien vamos avanzando a través de 6 sectores, los cuales cuentan con 5 niveles cada uno, de principio a final no se notan grandes diferencias. Y las pocas que vamos viendo son prácticamente estéticas. Al punto de tener unos pocos niveles de nieve, pero movernos por plataformas congeladas no no resbalan ni afectan el movimiento de Niko.

Recién hacia el final del juego se anima a proponer algunas cosas diferentes en unos pocos niveles. Con alguno en el que nos movemos a través de las plataformas en plena oscuridad, u otro en el que combina 4 segmentos diferentes en los que tenemos que usar a cada una de las monturas.

Y no solo en el diseño de niveles, y la poca variedad de estos, es donde falla. A nivel de gameplay falta un fuerte pulido a ciertas asperezas bastante evidentes.

Partiendo de la poca variedad en las mecánicas que tienen ambos protagonistas, termina resultando en un gameplay repetitivo. Sobre todo considerando que podemos elegir a cualquiera de los dos personajes, pero ambos tienen exactamente los mismos movimientos. Vamos a recorrer 6 a 7 horas de juego con un salto simple, una barrida, y no mucho más.

Los segmentos más interesantes son los momentos en los que podemos usar las monturas, ya que el diseño de estas partes parecen estar pensadas en consonancia con las habilidades que nuestros compañeros tienen. Dando así una variedad y desafío que carece en el resto del título.

Lamentablemente a nivel artístico tampoco destaca. Si bien a nivel gráfico se ve bien mientras jugamos, los diseños de personajes o ambientes no deslumbran ni sobresalen. Y, curiosamente, en las pocas cinemáticas que tiene la calidad baja estrepitosamente. Aun habiendo jugado en PS5, estas cutscenes se veían a 720p.

Por el lado de la música, uno esperaría que al tener un compositor con enorme trayectoria, que ha creado la banda sonora de clásicas sagas, resalte enormemente. Sin embargo no se impone en ningún momento, ni ayuda a crear ambiente en ninguna situación.

De hecho carece de ritmo o inflexiones que nos generen algún tipo de sensación de apuro o desafío. Si uno pone la música del primer nivel, o de los últimos, o incluso la de algún boss final, y difícilmente pueda diferenciar entre ellas. Incluso la edición de sonido le falta trabajo, ya que al pasar un nivel o vencer a algún jefe, el sonido continua como si nada hasta que hace el cambio de escena. Quitando cualquier sensación de victoria que uno pueda tener.

Al llegar la key estaba realmente entusiasmado por empezarlo. Estando deseoso de un plataformero, que es uno de mis géneros favoritos, y siendo que homenajea a algunos de mis juegos favoritos me disponía a encontrarme con un título sumamente interesante. No obstante, esto se diluyó rápidamente.

Nikoderiko: The Magical World es una obra que le faltaba unos meses de ajustes como mínimo. Si bien su estructura y diseño están fijados desde el inicio del desarrollo,y no se puede modificar con unas semanas más de trabajo, hay varias cosas que se podrían haber terminado mejor.

Puliendo los hitbox, algunos bugs que te tiran de las plataformas aun cuando estas sobre suelo firme, o editando bien el sonido para compaginarlo un poco mejor a lo que sucede en pantalla, podría dar una experiencia más placentera.

Para finalizar quisiera agregar que el juego tiene un modo Co-op local,que nos permitirá pasarlo en dúo entre Niko y Luna. Aunque no lo pude probar como para comentar cómo se siente jugarlo de este modo.