Gestalt: Steam & Cinder: El todo es más que la suma de las partes

Gestalt es el primer juego de Metamorphosis Games, con una ambientación steampunk, que mezcla elementos de metroidvania con RPG de acción. Y Mauro nos trae su análisis.

ANALISIS INTERNACIONALES

Mauro

7/18/20244 min read

El todo es más que la suma de las partes

El 2024 parecería ser el año de los metroidvania, por la enorme cantidad de juegos pertenecientes al género que están saliendo, y la buena calidad de ellos. Y Gestalt es uno más de ellos, o por lo menos así es como se define.

Como los propios creadores lo describen, Gestalt: Steam & Cinder está inspirado en los clásicos de 16 y 32 bits, con una ambientación steampunk retratada con un pixel art muy detallado. Planteandonos un mundo corrupto y al borde del conflicto.

En esta ocasión seguimos la historia de Aletheia, una soldner mercenaria de Irkalla. A diferencia de otros, ella no tiene intención de involucrarse con los sectores más altos de la gobernación de Canaan, por lo que toma trabajos mundanos, alejados de esas altas esferas.

Sin embargo, uno de ellos accidentalmente la involucra en una guerra pasada entre humanos y demonios. La cual llevó a la humanidad al borde del abismo, con consecuencias atroces y conflictos que se mantienen al día de hoy.

Ahora Aletheia deberá develar qué fue lo que pasó realmente durante esta guerra, enfrentándose a amigos, compañeros y desentrañando secretos que fundaron una pelea entre 2 pueblos anteriormente unidos.

Si bien el juego se categoriza como un metroidvania, desde mi perspectiva lo veo más como un RPG de acción con elementos de ese género. Ya que si bien tiene un backtracking luego de conseguir alguna habilidad, no es algo tan marcado como otros exponentes clásicos. Y si tiene mecánicas y elementos más asociados a un juego de rol.

Por ejemplo, cuenta con un sistema de niveles y habilidades. Con un árbol del cual iremos destrabando o mejorando a partir del uso de Puntos de Habilidades que conseguimos leveleando o encontrando ciertos ítems. Consiguiendo de tal manera mejoras de stats, nuevos ataques, o movimientos para la exploración y lucha.

Pasando al combate, tiene como detalle destacado que todos los enemigos tienen una barra de guardia, además de la de salud, la cual al agotarse lo deja momentáneamente indefenso y debilitado.

O también se lo puede ver en la historia, con un peso mucho más narrativo a lo que tenemos en los metroidvanias tradicionales, con varios personajes con motivaciones propias y giros argumentales.

Todas estas características son comúnmente encontradas en RPG. Aunque sigue teniendo cierto aire “metroidvaniezco” con su extenso mapa interconectado y laberíntico. Y sobre todo por sus zonas bloqueadas hasta conseguir el modo de abrirlas.

En la psicología hay una teoría llamada “Gestalt”, y una de sus máximas establece que “el todo es más que la suma de las partes”. Muy superficialmente, expone que uno define los elementos percibidos, según la experiencia de cada uno, generando una definición superadora cuando suma todo.

Y Metamotphosis Games pareciese haber elegido el nombre de su juego a partir de ese principio. Con varios aspectos que quedan por pulir, pero que al unirlos todo queda un juego divertido, con algunos destellos.

Con un pixel art precioso, sobre todo en los personajes principales y los fondos. Pero que se termina repitiendo bastante en los diseños de los enemigos, y los ambientes son bastante parecidos dentro de una misma zona. A su vez, algunas transiciones entre escenas son algo desprolijas, lo que termina dejando algunas dudas en la parte estética.

En cuanto al gameplay, no es muy destacable verdaderamente. Los combates se terminan reduciendo a conocer el patrón de ataque que tienen los enemigos, que son 1 o 2, y a partir de eso golpear y esquivar. Los bosses no son la excepción a este. Tal vez cuenten con un movimiento adicional al cual estar atento, pero no logran ser batallas memorables.

Por el lado de la exploración, tan característica en un metroidvania, no se siente satisfactoria del todo. Al no tener grandes caminos secretos, o pocos lugares inaccesibles hasta conseguir la habilidad necesaria, cada sector parece una maqueta muy linda pero vacía.

Aun con todo lo que menciono, al pasar unas pocas horas con el joystick en mano me sorprendí al estar completamente enganchado. Matando a cuanto enemigo se me cruce, y así levelear a Aletheia. Y esto es por lo que mencionaba, diseccionando cada aspecto que conforma la obra, se le pueden ver asperezas. Pero al juntar todo, al momento de jugarlo, termina dando una experiencia sumamente entretenida, con una historia intrigante y personajes carismáticos. Retratado con un arte muy lindo.

Tiene un potencial latente, con un combate que puede resultar repetitivo pero compensado por un personaje carismático que uno quiere levelear. Con una estética muy linda, aunque tiene poca variantes en enemigos. Y un mundo lleno de lore mas una historia intrigante, mas aun contada muy rápido y en poco tiempo, lo que resulta agobiante.

Tal vez le queden por pulir o corregir algunos aspectos. Sin embargo, al final uno se da cuenta que terminó atrapado durante 6 o 9 horas, pegado al joystick.