EIYUDEN CHRONICLE: RISING: El regreso (espiritual) de un grande olvidado
Suikoden es otra de las “víctimas” del olvido de Konami. Una franquicia con varias entregas y millones de fanáticos, pero tras el alejamiento de su creador fue perdiendo su brillo y llevamos casi 20 años sin uno nuevo.
ANALISIS INTERNACIONALES
Un primer paso no tan firme
Para hablar de Eiyuden Chronicle, debemos empezar por Suikoden. No, no es ni un trabalenguas ni una adivinanza.
Muchos lo conocerán, y muchos otros no, uno de los JRPG más importantes de los 90s. Tal vez no con el suceso de otros grandes exponentes del género, como Final Fantasy o Dragon Quest, aunque sin lugar a dudas fue uno que supo cosechar millones de fanáticos.
Lanzado en PlayStation en Diciembre de 1995, inicialmente solo en Japón, por Konami y dirigido por Yoshitaka Murayama. Suikoden está basado en el cuento chino “Shui Hu Zhuan” (“A la Orilla del Agua”, o en Japonés justamente Suikoden), que narra las tensiones políticas en el Imperio de La Luna Escarlata, y para llevar la paz el protagonista deberá encontrar a los 108 guerreros y enfrentar al gobierno corrupto.
¿Y que tiene que ver un juego de hace casi 30 años atrás, con uno lanzado en el 2022? Es que Eiyuden Chronicle viene a ser un sucesor espiritual de este.
Ya fuera de las manos de Konami (en este caso es publicado por 505 Games), pero contando con gente que trabajó en el “predecesor”, como el mismísimo creador Murayama, Eiyuden busca crear su propia franquicia.
Anunciado en el 2020, y financiado a partir de una campaña de Kickstarter que excedió ampliamente su objetivo. Superando el financiamiento mínimo necesitado en tan solo unas pocas horas, y superando los 4 millones de dólares totales (posicionándose como el tercer juego más recaudador en esta plataforma), lograron de tal forma desarrollar 2 títulos seguidos. Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes, el cual será lanzado en abril de este año y Eiyuden Chronicle: Rising, el cual actúa de precuela al anterior mencionado y es el que nos compete en esta ocasión.
TRAMA
CJ es una joven y novata buscatesoros, quien parte en un viaje para cumplir con el “rito de iniciación”, tradicional en su familia, de encontrar un tesoro más grande e importante que el de su antecesor.
En su travesía termina llegando a Nueva Nevaeh, un pueblo humilde y decaído, ubicado a los pies de unos túmulos donde los buscatesoros se adentran a recolectar tesoros. Pero para ello es necesario obtener una licencia expedida por la Alcaldesa, la joven Isha. Sin embargo CJ no esperaba que esta fuese tan cara e inaccesible.
No obstante, la gobernadora le propone una alternativa a la exploradora. En vez de cobrarle por dicho trámite, deberá realizar tareas en la aldea y ayudar a sus habitantes. Por cada trabajo realizado la gente le dará una estampa. Una vez juntadas 5 de ellas nos emitirá el permiso.
Tras ayudar a los vecinos y encariñarse con el pueblo y sus nuevos amigos, Isha y Garoo, irá conociendo su historia, sus verdaderos conflictos, y ayudándoles también dará pasos firmes a lograr su propio objetivo.
MECÁNICAS
Este título toma varios aspectos de diferentes géneros, y por ende cuenta con varias mecánicas dando por momentos un gameplay exquisito y en otros mecánicas que no tienen mucho sentido o no encastran de la mejor manera.
Si nos enfocamos en lo básico, lo podemos encasillar dentro de un RPG. Manejamos a un personaje, y eventualmente a un grupo, a quienes podremos ir leveleando, mejorar sus armas y armaduras con ciertos elementos de crafteo, los cuales iremos recolectando del ambiente o son dropeados por los enemigos abatidos.
Ya habiéndolo encasillado como un juego de rol, podemos ser más específicos y decir que es un Action-RPG, debido a su mecánica de batalla de golpear, dash y saltar. Adicionalmente, con ella integra inteligentemente la utilización de todo el equipo. Para atacar podemos apretar cualquiera de los 3 botones, Cuadrado, Triángulo y Círculo (o su equivalente en Xbox, PC y Switch), y según cual presionemos atacará CJ, Garoo o Isha, y solo volverán a cambiar si presionamos otro de los botones de ataque.
Esta rotación permite ir cambiando de personajes, los cuales varían en habilidades, permitiendo movernos en el escenario, esquivar o atacar en combate, e ir generando combos si los hacemos rotar con el “timing” correspondiente, haciendo que nuestros ataques hagan mucho más daño.
Sin embargo, tal como lo mencioné en un principio, también toma elementos de otros géneros llevando una amplia variedad, aunque no siempre se sienta bien complementada.
Por un lado podríamos decir que el progreso se dará a medida que explorando diferentes “dungeons”. Ellos serán los únicos sitios donde entraremos en combate, encontraremos los ítems necesarios para mejorar nuestro equipamiento y cumpliremos las misiones de historia y algunas secundarías.
A su vez, estos mismos tienen casi una estructura “metroidvanesca”, ya que contienen una amplia cantidad de plataformas, diferentes caminos por donde avanzar, de los cuales algunos estarán bloqueados hasta que consigamos la habilidad que nos permita avanzar.
Otro de los aspectos particulares del título es que el pueblo de Nueva Nevaeh funciona de Hub central, el cual se puede ir mejorado al cumplir algunas de las misiones primarias y secundarias. Al ir ayudando a los habitantes a levantar nuevamente la caída ciudad creando nuevos negocios y mejorándolos, lo que lleva a más y mejores ítems, herramientas, armas y armaduras.
LO QUE SÍ Y LO QUE NO
Es claro que la apuesta fuerte de la nueva saga es el título que saldrá en abril, Hundred Heroes, y queda a la vista con la reducida escala que muestra Rising. Siendo que solo combatimos en zonas predeterminadas, los escenarios son pocos y los revisitamos una y otra vez, o en el hecho de contar con solo 3 personajes jugables. Aun así, con esta menor escala logra ofrecer una obra muy linda y novedosa en sus mecánicas de combate.
Estéticamente presenta un arte 2D lindo con escenarios variados, y diseños de personajes diversos y pintorescos.
En cuanto a las mecánicas de combate son divertidas y refrescantes. Su método de combos e ir variando entre los miembros de nuestra party, resulta muy satisfactorio. Esto mismo nos obliga a ir rotando entre CJ, Garoo e Isha, y en consecuencia no descuidar su equipos y estadísticas, ya que perder a uno o no tener buenos stats reducen sustancialmente el daño que podremos hacer. Aunque al ser solo tres los miembros de la party, no tendremos problemas decidiendo cómo conformarla y pensar a quien levelear y quién no.
Aun así, con todo lo positivo que tiene le pesa un inconveniente muy grande, su guión y escritura. Es un mundo el cual nos plantea una historia amplia y rica, con conflictos políticos, y personajes con objetivos y motivaciones propias, y sin embargo rápidamente todo eso pasa a un segundo plano o prácticamente a omitirse.
Desde el momento que inicias la partida y nos presentan a nuestra protagonista, nos cuentan que su meta más anhelada es superar a su padre y encontrar un tesoro superior al que él consiguió en su Ritual de Iniciación. No obstante, a medida que avanza la historia, CJ se olvida completamente de su objetivo y se convierte en la “chica de los mandados” de la aldea. Al punto tal que su compañero Garoo, a quien conoció recién, en el desarrollo de la aventura, le debe de recordar cuál es su meta y que debe de dejar de hacerle favores a cuánto desconocido se encuentre.
Adicionalmente, muchos de estos “favores” que nos van pidiendo, y desvían la atención de la protagonista, no son más que hablar con un NPC quien nos mandara a hablar con otro. O recolectar ramas de los árboles. Nada que nos acerque a obtener el increíble tesoro que buscamos.
Sumado a estas misiones anodinas y monótonas, tenemos un sistema de estampas que nos habilitan mejoras útiles al combate, pero ir completándolo resulta absolutamente tedioso. Al inicio de la aventura, para darnos la licencia, Isha nos ofrece la posibilidad de ayudar a la comunidad y a cambio nos darán una estampa. Al juntar cierta cantidad, nos otorgaría el permiso que necesitábamos. Esta misma mecánica se mantiene durante toda su duración, aunque pasando de 5 estampas necesarias a ¡50!
Para llegar a ese número tendremos que completar muchas misiones, en las cuales hablaremos y hablaremos (y ojo!!! Ninguna posee una narrativa interesante), o buscaremos a un niño travieso que está “perdido” en el pueblo (realmente no estaba perdido, sino que se encontraba a plena vista a poca distancia de donde la madre preocupada se encontraba), o juntaremos materiales para que construyan algo, o eventualmente pelearemos con algún monstruo, que igualmente no será un desafío tampoco.
Y si pensabas que eso era repetitivo, tengo una mala noticia. Luego de completar esta “colección”, podremos subir otros niveles más, para lo cual también debemos conseguir 50 estampas en cada uno.
Si bien estas tareas son secundarias y no son obligatorias, terminan siendo necesarias ya que a partir de ellas no solo obtendremos beneficios y mejoras para las batallas (como aumentar el número de golpes en los combos), sino que también será una de las principales fuentes de experiencia y dinero, y así mejorar a nuestros personajes.
Todo esto da como resultado que la historia principal se sienta cortada, y aún menos atrapante de lo que es. Sin mencionar todo el lore que puede ofrecer de su mundo termina siendo escueto y hasta casi dejado de lado.
ONE MORE THING…
En conclusión, Eiyuden Chronicle: Rising sirve de iniciación a esta nueva saga, actuando de precuela del verdadero plato fuerte que nos traerán próximamente.
Entendiendo que al ser un trabajo financiado en parte por sus fanáticos, y no es donde están apuntando los cañones, esta primera entrega presente estas falencias. Sin embargo son errores que no deberían de repetirse en el próximo trabajo, si es que desean volver a tener una franquicia duradera.
Si tienen pensado darle una oportunidad a Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes, creo que deberían darle una posibilidad a este también. Ya que al ser una precuela nos presenta la ambientación y contextualizará luego.
Ahora, si no estás interesado en esta incipiente franquicia, ni tenes una carga nostálgica por el Suikoden, es un juego que podes dejarlo pasar por el momento. Dedicándole las 12 horas que dura a algún otro juego, que por suerte tuvimos varios años prolíficos últimamente, y nuestro backlog no dejo de crecer.
Tal vez, como punto a favor con el que puede contar es que se encuentra disponible en Gamepass, y se puede jugar desde XCloud (modo en el cual pase la totalidad) sin ningún tipo de inconveniente. Al fin y al cabo, probarlo “no cuesta” nada.