Desvelado: Una gran excusa para pasar la noche en vela

El primer juego de Vampi Studio sale hoy, un plataformero con un vampiro muy simpático que solo quiere ir a dormir. Y Mauro lo analiza en profundidad.

ANÁLISIS

Mauro

8/15/20243 min read

¡Ayudando a Vampi a dormir!

Los plataformeros son uno de los géneros más antiguos, y el favorito de mucha gente. Desde lo personal, también lo es. Habiendo crecido en el auge de Super Mario, es imposible no sentir una predilección por ellos, sin embargo no fui consciente de ello hasta haber jugado Celeste.

Este es juego un de plataforma que destaca por presentar cada escenario como un puzzle, y tiene una manera óptima de superarlo. Para lograrlo hay que ser preciso, invitando a probar y fallar una y otra vez hasta lograrlo.

Y habló de esta obra ya que Desvelado, creado por Vampi Studio, toma inspiración en ella y nos trae un hermoso título con un simpático vampirito que solo quiere ir a dormir.

Creado por la coincidencia en redes sociales de dos de sus desarrolladores, Valentín y Pablo, que buscaban empezar un proyecto independiente. Con el tiempo se les sumó Joaquin, con el que el proyecto terminó volviéndose más “real”.

Con un recorrido curioso, haciendo conocer su trabajo tímidamente por las redes, llegó a tener una presentación en la última Latin American Game Showcase. Con la cual terminó obteniendo la exposición y reconocimiento, que muchas veces es difícil de tener en estos lados del mundo.

En Desvelado tenemos que ayudar a Vampi, un vampiro que vuelve corriendo a su casa para irse a dormir antes de que salga el sol. Sin embargo, al llegar a su enorme castillo, los fantasmas que también lo habitan le han jugado una broma y han dejado encendidas todas las luces. Antes de descansar deberemos apagar cada una de estas antorchas, para que Vampi pueda reposar plácidamente.

Para ello, pasaremos escenario por escenario apagando cada una al tocarlas, sin poder pasar al siguiente antes de hacerlo con todas. Y si perdemos se vuelven a encender.

A su vez hay dos tipos de antorchas, unas con fuego normal, que no tienen ningún detalle particular. Mientras que unas con llamas rojas, al extinguirlas, nos dan un dash de un solo uso. A partir de las herramientas y disposición que tenga, es que deberemos de encarar cada nivel como un mini puzzle, para continuar con el camino de Vampi a la cama.

Desde el momento en que iniciamos la partida notamos que estamos ante una obra sumamente increíble, y con atención a los detalles. Con un dibujo precioso, con cierto estilo “Cartoon Network”, acompañado con una increíble animación. Detalles como el rápido y pequeño aleteo desesperado de Vampi al hacer el dash, o hasta el simpático balanceo que hace al pararse en un borde de una plataforma.

Por su parte, el diseño de niveles es sumamente inteligente. Sobre todo al momento de tener que explicar algún nuevo movimiento. Si bien es cierto, que al iniciar la partida nueva te muestra los controles básicos, podrían no estar y entenderíamos como jugarlo sin problemas. Puede ser cierto que es algo pequeño para valorar, pero también es cierto que tutorializar un juego es sumamente difícil, y hacerlo divertido aun más. Y en este caso está integrado perfectamente, y mantienen esta consistencia cuando agrega nuevos obstáculos y elementos al avanzar por el castillo.

En cuanto a las cosas que no me gustaron son realmente pocas, e incluso dentro de ellos son pequeñísimos detalles que no opacan una grandiosa obra. Como el hecho de no poder regresar a la pantalla anterior, complicando un poco la misión secundaria de recuperar todos los huesos de nuestro amigo Bonnie. Lo que nos obliga a rejugar todo el nivel. O que algunos escenarios, por las herramientas que nos dan y disposición de plataformas, parecen plantear una resolución mucho más compleja de lo que realmente termina siendo.

Más allá de ellos, es un juego que disfrute en su totalidad, las 2 horas que me llevo pasarlo. Con un desafío interesante, que no nos lleva de la mano, ni nos frustra por no superar determinada sección. Sino que rápidamente da a entender que debemos hacer, y luego es solo una cuestión de timing y precisión, sin llegar a pedir ser un reloj suizo.