Copycat, una fábula que habla del hogar y quienes somos
El 19 de septiembre se lanza un nuevo juego de gatos, que nos hará reír, llorar y preguntarnos quienes somos y que podemos ser.
ANALISIS INTERNACIONALES
Copycat, un gato que busca su identidad
Nada es más filosófico que preguntarnos quiénes somos y quiénes queremos ser. En la búsqueda de esa respuesta podemos cruzarnos con muchas situaciones que nos vayan dando pistas y al mismo tiempo nos muestren la realidad de la vida.
Copycat tiene dos acepciones en inglés que son la de imitar algo de manera intencional o siendo influenciado. En español podríamos traducirlo como imitador, farsante o copión. Cada una de esas palabras y sus significados van muy bien con este título.
Nuestra historia arranca en un refugio de gatos. Seguimos a una persona, todavía no conocemos su cara, que quiere adoptar un felino. Mientras caminamos por los pasillos podemos ver qué hay alguna enfermedad que afecta a este personaje.
Llegamos a las jaulas y podremos elegir entre varios gatos cual nos acompañará en toda la aventura. Pero nuestro gato no será tan amable como esperábamos.
Desde ese momento el juego nos pondrá en la piel de Dawn, el nombre que seleccionaron para el Michi. Iremos descubriendo a través de sus pensamientos cuál es su historia y los motivos que llevaron a Olive, la anciana que nos adoptó, a decidir ser nuestra dueña.
La gata no quiere ser casera. Odia a los humanos y se lo demostrará a Olive en varias oportunidades. Su sueño es ser salvaje, pero el camino a ese objetivo no es fácil. Seremos guiados por un especialista en vida animal que veremos primero en la TV pero luego se transformará en nuestra consciencia.
El gameplay es bastante sencillo. Y en eso está el punto más flojo del título. Me hubiera gustado tener mucha más libertad con la Michi para realizar algunas acciones como tirar cosas. Podemos hacerlo pero al empujarlas con el cuerpo. También subimos árboles aunque solo es para mirar desde arriba y bajar con un botón.
Habrá otras opciones de ponernos felinos que serán satisfactorias como jugar con el papel higiénico o afilar las uñas en el sillón. La que más me gustó fue cuando tiramos pintura y podemos dejar huellas por toda la casa.
Dentro de la jugabilidad hay momentos donde debemos seguir el orden de botones antes de que termine el tiempo, jugar con una pluma utilizando el pad, y saltar o maullar con fuerza apretando el botón correspondiente en el momento justo. Todas estas cosas son bastantes amenas en caso de fallar.
El 3D está correcto pero tiene algunas cosas de animación que pueden verse raras. Así como la calidad se queda a la mitad. Se ve bien, pero se podría ver mucho mejor. Justificó al ser un juego indie pero no puedo dejar de marcarlo. Aún así, el gato está muy bien analizando los sonidos del maullido y ronroneo, estando excelente a nivel de sonidos y música que acompañan todas las situaciones. Logrando transmitir las emociones que vemos en pantalla.
Más allá de todo esto, el fuerte del juego es la narrativa. Es un título profundo que habla de como somos, que queremos ser y que significa un hogar. Dawn está tironeada entre intentar ser salvaje y dejarse llevar por las comodidades de ser casera. Pero descubrirá que vivir en la naturaleza o en la calle no es tan fácil como parece.
El mensaje está en esa idea. Para ser lo que no somos debemos imitar y, en muchos casos, depende más de nuestra naturaleza como seres vivos que de lo que deseamos. Convertirse en lo que buscamos no es un camino fácil. Algunas veces solo debemos aceptar lo que nos corresponde.
Pero eso no significa que debamos recorrer la vida en soledad. Necesitamos de los otros, necesitamos ayuda y dejarnos ayudar.
Completar el juego no me llevó más de unas 3 horas. Y es una experiencia sumamente reveladora, así como tierna. Posee algunos toque de humor y, obvio, no van a faltar algunas lágrimas.
Se puede adquirir en Steam desde el 19 de septiembre y ya están preparando su llegada a consolas.