A Quiet Place The Road Ahead, el sigilo llevado al extremo
La exitosa franquicia del cine llega a los videojuegos con un título que nos obliga a hacer el mayor silencio posible al ser un juego de sigilo, género que está en auge y son el último grito de la moda.
ANALISIS INTERNACIONALES
¡Silencio en la sala por favor!
Este año tuve la suerte de poder jugar varios títulos que utilizan la mecánica de sigilo y, particularmente, es algo que me gusta mucho. La idea de esconderse, encontrar el camino correcto o lograr confundir a los enemigos me parece sumamente satisfactoria.
Por eso, cuando nos llegó la oportunidad de analizar A Quiet Place The Road Ahead no dudé en meterme de lleno en esta experiencia, en la cual no ser detectado es la mecánica principal.
A Quiet Place es una saga de películas de ciencia ficción que lleva, al día de hoy, 3 partes (una precuela, la original y una secuela directa). La premisa es tan simple como aterradora. Al mundo llegan unos seres del espacio que perciben los sonidos. Cualquier ruido advierte a estos bichos que no dudan en matar con garras y dientes. Así el mundo cambia radicalmente, siendo el silencio el mejor amigo del humano.
Las películas principales siguen la historia de una familia que sobrevive en este mundo, mientras que su precuela nos muestra el inicio de la invasión y expande el lore de los monstruos para entendiendo un poco mejor.
El juego toma lugar 119 días después de la invasión. Nos pone en la piel de Alex, una joven con asma que vive junto a su padre, su pareja y su suegra en una pequeña comunidad armada en un hospital. Todo cambia cuando descubre que está embarazada y su novio muere intentando salvarla. Esos hechos desatan la locura de la madre de nuestra pareja, quien nos culpa por su muerte y nos encierra en nuestra habitación. Pero esto no dura mucho cuando los extraterrestres atacan.
Así, iremos recorriendo un bosque y sus alrededores llenos de locaciones diferentes intentando escapar tanto de nuestra “carcelera”, como de los monstruosos seres que nos intentan matar. Todo visto desde primera persona.
A nivel personal, y como expuse arriba, entré al título con muchas expectativas. Y si bien en gran parte no me defraudaron hubo un bajón de interés llegando a la mitad del juego. Principalmente por las mecánicas y el tipo de movimiento que nos propone.
El sigilo es extremo, pero no tanto como sería si los enemigos nos pudiesen ver. Debemos intentar no hacer ruido en todo momento, siendo conscientes desde los pasos que realizamos, que deben ser lentos y meditados, hasta de la velocidad en la que abrimos una puerta. En los papeles esto puede parecer muy divertido, y en parte lo es. Pero cuando empezamos a perder y debemos repetir secuencias 5 o 6 veces todo se vuelve lento e insoportable.
Sabes qué pasos debes seguir para superar la situación pero debes moverte lento y el mínimo error alerta a los monstruos que te asesinan en el instante. Creo que ahí está el mayor error. Si hacemos un ruido y el enemigo nos descubre, no hay manera de escapar. Es un Game Over seguro. Y volver a empezar.
A su vez, contamos con un dispositivo que controla el sonido ambiente y lo compara con lo que hacemos al movernos. Así podemos ir viendo en pantalla el límite de ruido que tenemos permitido. Sin embargo, este aparato puede ser una molestia en áreas oscuras. La decisión es que no podemos tener la linterna en la mano contraria. Para movernos donde no hay luz no podemos usar el dispositivo.
En la otra mano, contamos con el puff que nos da un respiro cuando se nos viene un ataque de asma. Y acá debo hacer otra salvedad. La mecánica de la enfermedad respiratoria está demasiado presente y ocurre casi por cualquier cosa. Si cargamos algo pesado, si escalamos una roca, si pasamos por un área con polvo, si el monstruo se acerca mucho, todo puede desatar un episodio asmático. Las recargas para el puff están por todos lados, pero eso no quita que uno quiera guardarlas por si no aparecen y la situación se complica.
Saliendo de esto, el juego es una gran experiencia con muchas cosas positivas. La principal, y la que más disfrute, aunque parezca contradictorio, fue el uso del micrófono. Podemos habilitarlo para que tome los sonidos de nuestra voz. Esto no solo es divertido por el intento de ser silencioso mientras jugamos, sino también por lo que puede pasar a nuestro alrededor que nos genere un problema en la pantalla. El ejemplo más claro es mientras jugaba y estornude, por supuesto fue una muerte asegurada.
El nivel gráfico está muy bien. Los bichos se mueven muy bien por el espacio y con gran agilidad. Tal vez es un poco raro cuando pasan por un espacio pequeño, como una puerta, donde la animación no acompaña mucho pero es un detalle menor.
Por supuesto y por último no se puede dejar de marcar el apartado sonoro. La calidad con la que percibimos cada sonido, el silencio del ambiente muchas veces puede parecer ensordecedor. Y creo que el título logra transmitir muy bien esa sensación de opresión auditiva.
En definitiva, A Quiet Place The Road Ahead es un juego que cumple con lo que propone, no es muy largo y, si bien algunas cosas pueden resultar molestas, no quita lo entretenido de meternos en este mundo. En un momento de la industria donde los juegos basados en películas no venían pasando por su mejor momento, este viene a romper un poco con esa racha. Esperemos que las empresas tomen este ejemplo y nos sigan dando títulos de calidad.