100 lil Jumps: un juego que nos (a)salta de sorpresa!

Hay veces que la industria argentina gratamente nos sorprende con algún título del que no estábamos enterados, y que además termina siendo una bomba. Este es el caso de 100 lil jumps, que nos agarró desprevenidos.

ANÁLISIS

Mauro

2/9/20252 min read

100 saltos hasta el final

Aun cuando cubrimos la industria nacional atentamente hace ya casi 4 años, de vez en cuando nos sorprende algún juego argentino del cual no conocíamos hasta el momento de su lanzamiento. Y ayer nos encontramos con uno de esos casos con 100 Lil Jumps, un juego de Koliaogames.

Este es un simpático plataformero 2D, con una estética pixel que nos puede hacer recordar a Celeste, o incluso a un título más cercano, como Animal Well. Aunque en este caso controlamos a una pequeña rana que ha sido maldecida, y deberá superar en 100 saltos, o menos, todos los niveles para dar con la rana bruja que nos hechizo.

Para lograr esto debemos de pensar muy detalladamente cada nivel, e intentar ahorrarnos la mayor cantidad de saltos posibles. Por qué la diferencia entre el salto 100 al 101 es morir automáticamente y empezar otra vez desde el inicio. Si desde el comienzo, nada de check points.

Pero justamente esto es lo que justamente lo hace divertido. A diferencia de Celeste, su plataformas no son imposibles o una tortura. Son más bien sencillas, que no requieren ni ser pixel perfect, o apretar una secuencia extensa de botones, que a la que presiones mal uno perdes. Lo complejo de 100 Lil Jumps es justamente su limitación en los movimientos dados. De modo tal que avanzamos para ir aprendiendo cual es la ruta más adecuada, y masterizar cada escenario, para finalmente hacer un run con los saltos de sobra hacia el final.

Pero a su vez, no hay una sola manera de pasarlo. Si no que hay caminos diferentes, e incluso hay coleccionables, que para encontrarlos habrá que explorar. Así uno se debate constantemente entre hacer algún que otro brinco extra para ir a una plataforma que pareciera llevarnos a otra pantalla (aunque también pueda que no y habremos malgastado algunos saltos), o seguir con nuestro rumbo.

Pero no solo en su diseño se destaca, sino que además sobresale a nivel artístico. Con un pixel-art realmente precioso, y una buena (y relajante) banda sonora, que fácilmente nos llevarán al punto de concentración y de abstracción necesario para compenetrarnos completamente en esta obra.

El juego, si uno se conforma con ver los créditos por primera vez, dura no más de 30 minutos, y eso es tal vez lo que más “criticable”. Y lo pongo entre comillas ya que se puede fácilmente extender a un par de horas si nos disponemos a hacer el resto de los logros, o pasarlo por el otro camino posible. Y también tiene algunos agregados para terminar haciendo speedruns. Dándole, con estos aspectos, un buen valor de rejugabilidad.

Además se encuentra gratuitamente en Steam, y siendo el primer título que publica Koliao en Steam, se entiende el porqué de su duración.

Así, Koliao hace una gran presentación (en Steam, ya que tiene otros trabajos publicados en su página de Itch) y nos deja completamente expectante en lo próximo que nos pueda traer.